Para ser deportista de élite hay que ser constante, disciplinada, responsable, resiliente… Sin embargo, no puedo dejar de ver en mi otras cualidades que me hacen ser quien soy: la empatía, la capacidad para colaborar, la generosidad, cualidades que para mi tienen que ver con aspectos fundamentales como la confianza y la amistad.
Todo esto bien alineado me ha llevado a triunfar en el mar y en la tierra, a lograr los retos y a sentirme completa como deportista, mujer, madre, trabajadora y persona.